lunes, 4 de enero de 2016

TODO LO QUE DEBES SABER DE LA BATERÍA DE TESLA (ii)

En el artículo anterior analizamos la posibilidad de desconectarnos de la red mediante la batería de tesla, dejando pendiente el análisis del empleo de las mismas como almacén nocturno (cuando el coste de la electricidad es más barato), para el uso diurno (cuando la energía es más cara).

En principio este uso es algo más complejo desde el punto de vista de ejecución técnica ya que necesitaríamos algún dispositivo que nos conecte a la red por la noche, para la carga de la batería, y desconecte por el día, para el empleo exclusivo de la batería como fuente de energía. Actualmente en el mercado no conozco ningún dispositivo compacto que pueda realizar esa función con cierta inteligencia, pero es evidente que no es tan complejo y que de popularizarse estos sistemas saldrán dispositivos como churros. Tendremos que considerar también que este dispositivo deberá ser capaz de convertir la corriente alterna de la red en continua para la carga de la batería y viceversa, para su uso en la vivienda.

Si contamos con que el consumo diario de una vivienda, tal y como dijimos, se puede estimar en unos 10 kWh para climas medios, con una sola batería deberíamos apañarnos, aunque las pérdidas producidas en el sistema harían que andásemos algo justos; en cualquier caso nada que justifique la inversión de una segunda batería adicional.

Para optimizar el sistema, deberíamos contratar una tarifa de acceso 2.0DHS, que dispones de tres franjas de discriminación horaria, con un total de 7 horas diarias de precio superreducido, entre la 1:00 de la madrugada y las 7:00 de la mañana.

Resumiendo, instalaríamos en nuestras casas una batería tesla de 10 kWh y un equipo capaz de gestionar la carga y descarga de la batería y la conexión / desconexión de la red a las horas adecuadas. Podemos suponer unos costes de 3.100 € de la batería, más unos 700 € de dispositivo de gestión de carga y unos 200 € de instalación. Total de la broma: 4.000 €

Para completar el análisis deberíamos saber los costes de la energía en estos periodos, para poder calcular los ahorros generados y por tanto el periodo de amortización de la batería y equipo adicional. Como el análisis es sencillo podemos suponer que la energía la compramos a coste, sin contar el margen de comercialización, el impuesto eléctrico y el IVA.
Consultando la web de red eléctrica, el precio de coste durante el mes de diciembre fue:


2.0 DHS
P1 P2 P3
Peaje 0,062012 0,002879 0,000886
Energía 0,084318 0,072084 0,055170
Total 0,146330 0,074963 0,056056

Es decir que la carga completa de la batería durante las siete horas de periodo superreducido tendría un coste de:
Coste de la carga diário = 10 kWh/día x 0,056056 €/kWh = 0,56056 € /día

Siguiendo con el promedio, el coste medio anual quedaría:

Coste de la carga anual = 0,56056 x 365 = 204, 60 € / año.

La pregunta que nos debemos hacer ahora es: ¿Cual es el coste anual de la energía adquirida a la red?

Si tenemos en cuenta que el resto de conceptos de la factura eléctrica, como la potencia contratada, deberemos de pagarlos igualmente, el ahorro vendrá provocado por el empleo sólo de la energía comprada en un periodo superreducido, mientras que con una instalación "normal" compraremos energía en todos los periodos. La distribución "normal" de consumo en esos periodos podría ser un 30% en periodo punta, un 40% en periodo valle y un 30% en periodo supervalle, y este perfil os garantizo que supondría un esfuerzo de adaptación muy grande de una familia normal.

Bien, de esta forma el coste anual total (CAT) de consumo sin batería vendría dado por:

CAT = (0,146330x0,3 + 0,074963x0,4 + 0,056056x0,3)x10x365 = 331,06 € / año

Con lo cual el ahorro producido por la instalación del sistema es de 126 € / año y el plazo de amortización del mismo es de 31 años.

Podemos añadir algo de ahorro porque la instalación del sistema llevaría aparejado una reducción de la potencia máxima contratada. Siendo extremistas podríamos reducir la potencia contratada hasta los 2,3 kW, frente a los usuales 5,750 kW de las viviendas más normales. El peaje de potencia contratada vigente durante el año 2015 ha sido de 38,043426 € / kW y año y si a esto le añadimos el margen de comercialización de una CUR, que es de 4 €/kW y año, el ahorro total producido por la reducción de la potencia contratada es de:

Ahorro por potencia = (5,750 - 2,300) x 38,043426 x 4 = 524,99 € / año

Sorprendente, ¿verdad?. Es una conclusión a la que, los que conocemos el mercado eléctrico, llegamos hace tiempo, nuestras actuales tarifas de venta de energía están configuradas casi como una tarifa plana, donde el parámetro a optimizar es más la potencia contratada que la energía consumida, desincentivando considerablemente el ahorro.

Bueno, con esta última cifra, el ahorro total vendría dado por el consumo de energía, que era de 126 € / año más el ahorro por potencia contratada de 524,99 € / año, que hace un total de 650 €. Esto hace que podamos amortizar el coste de la instalación en unos 7,6 años. Periodo mucho más razonable que los anteriores 31 años.

Si a las cifras anteriores le añadimos la inclusión del bono social, disponibles para potencias inferiores a 3,0 kW, el periodo de retorno de la inversión bajaría aún más. En cualquier caso el objeto del bono social es otro y a mi parecer resultaría inapropiado su uso para una instalación de estas características.

Aunque queda mucho por pulir en estos números, en principio, resulta interesante esta aplicación de las baterías (sean de Tesla o no). Algunos inconvenientes de este sistema es que las baterías no pueden dar una potencia punta tan elevada como la de la red, y por tanto tendríamos que modificar nuestros hábitos de consumo y ser algo más eficientes.

El futuro de la energía desde luego es apasionante y todos los caminos nos llevan a un cambio de paradigma. La red eléctrica debe de dejar de ser un elemento centralizado y convertirse en una red distribuida donde todo el mundo será capaz de producir, consumir y almacenar. Empecemos a trabajar en ello.