lunes, 10 de abril de 2017

¿Es bueno el peaje de respaldo?

Uno de los principales argumentos que esgrimen muchos grupos y lobbies a favor de las energías renovables es que se producen allá donde se consumen, con las evidentes ventajas que esto lleva asociado:
- Menores pérdidas por transporte y distribución de la energía.
- Menores inversiones en redes de transporte y distribución.

Esta última afirmación constituye una gran falacia que está limitando el desarrollo de las estas energías y que debemos abandonar cuanto antes para abordar un nuevo modelo que nos permita desarrollar este tipo de energías, que sin duda son la respuesta al formidable reto del cambio climático que debemos acometer ya, sin más retrasos.

Quiero introducir el problema analizando una de las grandes controversias mediáticas con respecto a las medidas implantadas por el gobierno. El llamado "impuesto al sol" o peaje de respaldo. Estos costes tienen la función de contribuir a los costes del sistema ya que el propio sistema está garantizando el suministro en el caso de que el recurso renovable que empleamos no esté disponible.

Puede parecer lógico que debamos contribuir a los costes del sistema, aunque no lo estemos empleando porque este sistema tiene la obligación de respaldarnos en el caso que nuestro recurso renovable desaparezca (ausencia de sol,viento, agua fluyente, etc)

Vamos a tratar de analizar la veracidad de esta última frase que tanta polémica ha generado en nuestra sociedad, y que ha hecho correr ríos de tinta en relación con el "impuesto al sol"; Analicemos los argumentos que usualmente se dan para estar en contra de esta impopular medida y valoremos su validez:

1.- La implantación de renovables en una vivienda es asimilable a una medida de eficiencia energética. De la misma forma que comprar un lavavajillas o una lavadora de eficiencia energética mejorada contribuye al ahorro en el consumo de energía, la implantación de un generador renovable contribuye también a este ahorro.

Este símil a simple vista puede parecer cierto, pero tiene algunas limitaciones; la primera es que el nuevo electrodomésticos no se va a comportar alternativamente de forma eficiente o no en función de si hay sol, o de si hay viento o no. La compra de este electrodoméstico de forma masiva en el territorio español dará señales de precio para reducir la capacidad excedentaria de generación, mientras que en el caso de la implantación de renovables no gestionables será necesario mantener la capacidad excedentaria del sistema para los casos en los que no haya recurso renovable.

2.- El peaje de respaldo es tan ridículo como que el dueño de la tienda de verduras me cobrase una tasa de disponibilidad al montar un huerto urbano en mi casa. Bien, en el caso que así lo hagas, en el momento en el que no tengas producción de tu huerto, deberás acudir al mercado a comprar la verdura y asumir todas consecuencias asociadas. Supongamos que un porcentaje muy alto de las viviendas de tu barrio montáis un huerto urbano en el balcón de vuestras propiedades. Es evidente que las ventas de verdura de las tiendas de tu barrio disminuirán y es posible que algunas de ellas tenga que cerrar, reduciendo la oferta de verduras. En el momento que tu huerto no tenga producción, deberás de acudir al libre mercado a comprar las verduras y si las encuentras un 100% más caras o simplemente en tu barrio no hay, deberás de asumir las consecuencias y tomar la decisión de asumir los sobrecostes (en forma de mayor precio, o en forma de desplazamiento fuera del barrio para comprar).
En el caso de la energía eléctrica queremos tener ese suministro garantizado, pero sin sobrecostes, o en cualquier caso que los soporten otros.

Siendo realistas lo que la red nos ofrece, a unos costes bastante razonables, es el respaldo para cuando nos quedemos sin sol o sin viento. Si esta última idea no nos gusta siempre podemos asumir nosotros los costes de respaldo en forma de instalación de baterías y desconectarnos por completo de la red. Una vivienda de unos 100 m2 necesitaría unos 5 días de autonomía y eso vendría a suponer unos costes de instalación de unos 12.000 € en baterías (aproximadamente y a ojo de buen cubero). Si las baterías duran unos 10 años, el coste e respaldo anual proporcionado por nuestras baterías es de 1.200 € año. Hagamos números, ¿el peaje de respaldo es superior o inferior a esta cifra?.

Suele ponerse el ejemplo de Alemania como excelencia en la implantación de energía renovable. Nos olvidamos que el respaldo de la fotovoltaica instalada en Alemania se realiza a través de plantas térmicas de carbón, haciendo que la emisión de CO2 sea mucho más alta que en España. Actualmente Alemania obtiene el 40% de su energía del carbón. ¿Es este el modelo que queremos para España?. Francamente el mix energético español me parece mucho más razonable.

El problema general de las renovables (sea a través de autoconsumo o grandes plantas generadoras) es el necesario respaldo debido a su no gestionabilidad. Hasta ahora estamos obteniendo ese respaldo a través de, fundamentalmente, plantas térmicas (carbón, ciclo combinado, etc). Debemos avanzar en nuestro modelo de red y mix de generación para obtener ese respaldo de las mismas fuentes renovables, pero para ello es inviable realizar un consumo local de las mismas, o al menos el respaldo no puede ser local, ya que los fenómenos meterorológicos son locales y si queremos ser independientes de la climatología en el suministro eléctrico la necesaria potencia de respaldo deberá estar situada fuera del meteoro dominante. Es decir, debemos de ser capaces de traer la energía producida por el viento de Dinamarca o por hidráulica de Noruega hasta España y exportar la energía producida por el sol español hasta Dinamarca y Noruega, por ejemplo. Incluso esa interconexión a nivel interior en la Península es débil. Me pregunto ¿donde están infraestructuras proyectadas hace tiempo (como la línea de transporte transmanchega) que permitirían aumentar la capacidad de evacuación eólica y fotovoltaica Castilla la Mancha u otras similares?.

La interconexión mallada a nivel continental es inevitable para conseguir un objetivo de penetración de las renovables cercano al 100%.

Este cambio de modelo, no nos olvidemos, nos aportará una ventaja que no tiene ninguna otra fuente de generación fósil (salvo quizás la nuclear, pero rechazable por otros motivos) y es que el coste marginal del kWh producido es tendiente a 0. Es decir una vez instaladas las plantas de generación y afrontados sus costes fijos, el coste de producir el siguiente kWh es despreciable frente al resto de tecnologías fósiles. Con una una red mallada lo suficientemente amplia y densa y afrontados los costes fijos de instalación de las plantas renovables, el coste marginal de la energía será tendente a 0. Los estados y la sociedad civil son las que deben instrumentar los mecanismos adecuados para recuperar esos costes fijos y el rendimiento adecuado de esas inversiones (este último tema no puede ser ya objeto de este post, porque da para algunos libros).

El cambio de paradigma para crear las bases de este modelo de energía debe estar basado los siguientes tres pilares:

- Establecimiento de una red de transporte y distribución lo suficientemente densa y extensa para soportar el respaldo de renovables mediante renovables.
- Establecimiento de la necesaria potencia renovable atendiendo a su disponibilidad. La disponibilidad de una central nuclear es de 8.000 horas al año, mientras que una  central solar, en el mejor de los casos, puede llegar a las 1.800 horas, por tanto hay que construir al menos 4,4 kW de solar para sustituir cada kW nuclear.
- Gestionar de forma inteligente esa red de forma que el transporte y distribución de la energía entre los nodos sea lo más eficaz y eficiente posible.

No demos más excusas al legislador con simples y débiles quejas en relación a deficientes y baratas metáforas como el "impuesto al sol" y abordemos el problema de raíz y trabajemos por cambiar el modelo energético actual. Cambiando el modelo actual el peaje de respaldo se derogará sólo.